Los retos son una herramienta educativa muy útil ya que potencian la creatividad y ponen a prueba las habilidades de los más pequeños de casa. Ya se trate de retos lingüísticos, culinarios o de manualidades, son una estrategia muy efectiva para pasar un rato divertido en familia mientras fomentas algunas de las funciones cognitivas de los niños y estimulas su desarrollo emocional. 

Los retos deportivos también son un recurso excelente para potenciar la coordinación y el equilibrio infantil, a la vez que pueden mejorar las habilidades motoras. Su integración a la rutina de los niños es una vía excelente para animarles a realizar actividad física mientras desarrollan la conciencia corporal y del espacio. En Etapa Infantil proponemos algunos retos muy divertidos para los más pequeños que pueden hacer juntos en familia.

10 retos para proponerles a los niños en casa

1. Saltar a la pata coja con cada pierna

Este reto consiste en saltar sobre una sola pierna mientras se sujeta la otra con las manos para evitar apoyarla en el suelo. Primero se hace con una pierna y luego con la otra. Es un ejercicio muy útil para estimular el equilibrio y la conciencia corporal y del espacio en los pequeños. Y, para añadirle un toque aún más divertido pueden establecer un número de saltos concreto, por ejemplo 10, o en otra versión, competir para ver quién resiste durante más tiempo.

2. Dar vueltas y caminar en línea recta

El ejercicio consiste en dar vueltas en el sitio, ya sea impulsado por otra persona o por uno mismo, parar en seco e inmediatamente después seguir una línea recta previamente marcada en el suelo. Se trata de una manera muy sencilla de reforzar el equilibrio y la coordinación mientras se divierten muchísimo compitiendo para ver quién lo hace mejor. Para hacerlo más entretenido, lo ideal es que participen varios miembros de la familia.

3. Degustar platos

No hay mejor ejercicio para estimular el paladar de los más pequeños de casa que colocarles un pañuelo en los ojos y darles a probar diferentes platos para que adivinen de qué se trata. Sin embargo, es importante implicar a los niños desde el inicio, ya sea pidiéndoles su opinión sobre qué alimentos testear o incluso sumándolos a la preparación de algunos platos. Una alternativa a este reto es hacer diferentes rondas en las que cada miembro de la casa tenga que adivinar un plato. Pierde el que no acierte.

4. Cocinar un plato

Este reto es una excelente oportunidad para motivar a los niños a cocinar en casa. Se trata de buscar juntos una receta que les guste a todos y poner manos a la obra para prepararla. Si prefieren también podéis inventaros una receta nueva con ingredientes que tengan a la mano. La idea es que los más pequeños desempeñen un rol activo y tomen las riendas en varias tareas, como mezclar los ingredientes o decorar el plato al final, lo cual estimulará su creatividad y desarrollará sus habilidades motoras.

5. Hacer origami

No hay mejor manera de pasar un rato divertido en casa con los niños que haciendo manualidades. En esta ocasión, el reto consiste en hacer figuras de origami para ver quién hace la más bonita o la más fiel al original. En Internet se puede encontrar muchos vídeos de origami para que cada uno haga una figura diferente. Aunque si lo prefieren también pueden competir haciendo una misma figura para ver a quién le queda mejor. Es un ejercicio excelente para estimular la coordinación mano-ojo en los niños y potenciar sus habilidades motoras finas.

6. Dibujar

A la mayoría de los niños les encanta dibujar y, además, es una actividad perfecta para estimular sus habilidades motoras finas, poner a prueba su creatividad y ayudarles a expresar sus emociones. En esta ocasión, el reto consiste en hacer un bonito dibujo entre todos, en el que cada miembro de la familia aporte detalles que enriquezcan el cuadro. Tened en cuenta que primero debéis elegir la temática del dibujo y luego, dejar que la imaginación vuele.

7. Crear una historia

Otra forma de pasar un rato entretenido en casa y, a la vez, estimular el desarrollo del pensamiento infantil y su creatividad, es crear una historia en familia. La idea es que cada participante aporte contenido a la historia hasta que la completen. Para ello, pueden ir completando el cuento por turnos, de manera que cada uno ponga un granito de arena.

8. Inventar un instrumento musical

La música no solo es divertida, sino que aporta muchísimas ventajas para el desarrollo cognitivo, físico y emocional de los niños. Por eso, una buena manera de pasar el tiempo en casa consiste en crear un instrumento musical para que los niños lo puedan tocar después. Existen muchas ideas, desde maracas con botellas rellenas de legumbres y tambores con vasos, hasta guitarras con cuerdas finas estiradas sobre una madera. En Internet se pueden buscar algunas ideas sencillas que pueden hacer con recursos que tengan en casa para después disfrutar de un auténtico espectáculo musical.

9. Decir trabalenguas

Los trabalenguas son un ejercicio ideal para fomentar el desarrollo del pensamiento y el lenguaje en los más pequeños de casa de una manera sencilla y divertida. Una forma de aprovechar estas ventajas es con este reto, que consiste en que cada miembro de la familia repita un trabalenguas. Gana el que lo diga más claro y rápido. Para darle un toque más competitivo al juego pueden empezar por trabalenguas sencillos y luego ir aumentando la complejidad.

10. ¿Qué serías si fueses…?

Este reto consiste en preguntarle a cada miembro de la familia qué sería si fuese un animal, alimento, planeta, país o cualquier otra categoría que se les ocurra. Es una actividad perfecta para entrenar el vocabulario en los niños y ayudarles a conocerse mejor. Si quieren añadirle cierta complejidad pueden probar a jugar en otro idioma para repasar el vocabulario que ya conocen y enseñarles palabras nuevas.